
Abandonando la duda a la suave brisa caribeña que acaricia el mar y mece las palmas al ritmo de las olas, con el sol insoslayable en un esplendoroso cielo azul, interrogo mi interior, pensando que nada falta. Una profunda inspiración me sustrae y la misma brisa posa en mis pensamientos otra vez la duda… debería separarme…debería dejarla… nada es para siempre … la soledad no puede seguir siendo mi única compañera…
No hay comentarios:
Publicar un comentario